lunes, 28 de marzo de 2011

SOUTHERN EASTER


 





































 La Pascua Florida en el sur es puñetera… Te deja para el arrastre… Cuando la abstemia primaveral, pasado el primer bajón, te permite levantar cabeza, toman el relevo unos sentidos superestimulados que, haciéndote creer lo que no eres, terminan volviéndote a poner a los pies de los caballos. Y, la verdad, te resientes; sobre todo, cuando vas teniendo ya una edad… Hoy he tirado en bici y de mañana por mi senda habitual. Ha sido para ver… La luz estallando, pájaros locos, flores, trinos, olores amalgamados, las primeras manguitas cortas… Total, que he llegado a casa con una más que pecaminosa sensación orgiástica. Así que, habida cuenta de la estación, he decidido que me conviene recuperar el espíritu penitencial. Por lo que me he agenciado un limón de la Calle Larga y me he hecho un bizcocho…


sábado, 26 de marzo de 2011

EDIFICIOS.


 




































Siempre me ha interesado más la carne de una persona que su vestido. Aun así, los edificios siguen teniendo para mí un gran poder de evocación. Sala de espera, palacio, iglesia, oficina o cuartel siempre terminan trayéndome miradas perdidas, miedos y deseos de los que por ellos deambularon y es por eso, y sólo en función de eso, por lo que me resultan atractivos. Es la vida por ellos cobijada lo que me emociona. Sentir el pálpito de los que entre sus muros amaron, odiaron, se expresaron y terminaron, como todos, dejándose la vida. Los hay llenos de cotidianeidad o de sobresaltos. Unos que cobijaron grandeza y otros ignominia y vergüenza, felicidad o dolor, unido siempre al devenir de sus moradores.
Mi último viaje a Lisboa, a principios de mes, quise comenzarlo haciendo una parada de homenaje y recuerdo a Miguel Hernández en la antigua alfandega portuguesa donde estuvo preso mientras se gestionaba su devolución a la España de Franco en Rosal de la Frontera, en abril de 1939. La encontré merecidamente ruinosa.  Le esperaban siete días de vejaciones y torturas en este pueblo de nuestra geografía, antes de emprender su periplo de cárceles que le llevaría a la muerte en 1942. Hoy ha rehabilitado su memoria y elevado monumento.
Sus únicas posesiones en este momento eran un traje y dos libros. Previamente había tenido que vender en Portugal el reloj de oro, regalo de Vicente Aleixandre, para procurarse transporte y sustento. Casi con toda seguridad, lo hizo a la misma persona que lo delató y facilitó su captura cerca de Moura.
En esta ocasión yo también tuve que vérmelas con los guardinhas nada más cruzar. Me pararon para revisar documentos en las proximidades de Vila Verde de Ficalho. Su precipitación o impericia les llevó a errar y no darse cuenta de que llevaba el permiso de conducir caducado desde hacía más de dos meses. Lástima de que no hubieran fallado también con Miguel…

martes, 22 de marzo de 2011

DESVERGÜENZA

Este miércoles pasado tuve que acudir al Ayuntamiento a presentar documentos. Llegué a media mañana y el sol radiante de la primavera temprana hacía propiciar buenos augurios. El vestíbulo estaba muy concurrido. Saludé al entrar con la efusión y la camaradería al uso entre paisanos. Me dirigí al encargado del registro y solicité un modelo de instancia.
Pero, mira tú por dónde, no llevaba más de tres renglones escritos cuando los buenos presagios iniciales empezaron a venirse abajo. Las tres o cuatro señoras a mi espalda comenzaron a escupir…
-        -   Hay que ver el maestro…
-         -  La tiene tomá con mi niño…
-         -  Ahora que yo no me he cortao…
-         - He ido y lo he puesto en su sitio. Qué se va a creer…
-         - Valiente partía de…
En este punto desconecté y me centré en la exposición de la instancia. A estas alturas uno ya ha aprendido a resguardarse de los malos alientos de algunas bocas. Estériles para todo excepto para reforzar la opinión que uno tiene de semejante tipo de personas. Al fin y al cabo, no es la primera vez que vivo experiencia tal. Pero no me acostumbro. En lo personal no mueven ni una hoja de mi árbol. No obstante, cada vez las sobrellevo peor, en la certidumbre del inmenso daño que infringen a sus hijos. Luego, en la calle, te encuentras lo que te encuentras…
Ni que decir tiene que a mí me educaron y yo educo en las antípodas de estas damas… En el compromiso y la exigencia de responsabilidades…
Puestos a buscar causas a semejante proceder, se me figuraron “resentimiento”, “insolencia”, “inquina”; para, al final, caer en la muy precisa “IGNORANCIA…”
En cualquier otro país esa ignorancia sólo formaría parte de una desgraciada estadística que mejorar. Aquí, debidamente instrumentalizada, supuso en su día la depuración y el asesinato de miles de sus mejores maestros.
Así que, con un escalofrío en el cuerpo, completé mi instancia, mostré mi gratitud al encargado y salí...

jueves, 10 de marzo de 2011

Nuestra copla...

Lo que me faltaba… Encima me gusta Lola Flores…


                              "Limosna de amores" rodada en México en 1955.

Esta mujer, dicen, no sabía cantar, ni sabía bailar, ni falta que le hacía…
Cautivaba de la misma manera. Si no, díganme, quién no queda abrasado por el fuego de esos ojos…
Por si fuera poco, la mitad de su sangre, por vía paterna, procedía de nuestra tierra, del vecino pueblo de La Palma del Condado. Tuve la alegría de tener por alumno a un sobrino suyo en mis primeros años de carrera.
Hoy en día, con esto de la globalización, se está perdiendo el gusto por nuestras músicas autóctonas. Qué pena… Al final todo quedará reducido a unos poquitos estilos musicales, eso sí con el marchamo anglosajón…
Es tan triste como si todas las aves se volvieran blancas, o todas las flores amarillas. Me niego a aceptar semejante uniformidad. No la quiero conocer…
Los españoles siempre tuvimos nuestras propias maneras de expresarnos. Las mismas que nos hicieron conocidos, diferentes y apreciados en el mundo entero. Sería tan lamentable que las perdiéramos para adoptar otras que nos son extrañas…
A mí me gusta el rock sinfónico, el pop italiano, el sirtaki, el fado, la música coral polifónica… También la copla española… Y a mucha honra…

martes, 8 de marzo de 2011

Mi canaria.


Hoy he dado tierra a mi canaria. Pobrecita. Llevaba ya unos días muy malita… La he puesto entre cañones de trigo aquí en nuestra Quemailla y esta lluvia inmisericorde que no para ha empezado ya a volvérmela suelo. El año que viene será ella misma la que, por marzo, ascienda al cielo de un verde rabioso. Qué tranquilita va a pasar esta noche, después de los pitidos asmáticos de ayer que se me clavaron en el alma… Calladita, en paz… No imagino para ella un paraíso mejor que la olorosa y mediana tierra de Villarrasa…  Sosegada e inerte, en un silencio de siglos… Aunque, quién sabe… Este mundo es un puñetero renacer…
En momentos como éste, o cuando me salen pretensiones, tiro del Eclesiastés y todo vuelve a encajar. Por ella, por mí, por su alegría…
 
“Yo he visto el trabajo que Dios ha dado a los hijos de los hombres para que en él se ocupasen.
Todo lo hizo hermoso en su tiempo: y aun el mundo dio en su corazón, de tal manera que no alcance el hombre la obra de Dios desde el principio hasta el cabo.
Yo he conocido que no hay mejor para ellos, que alegrarse, y hacer bien en su vida:
Y también que es don de Dios que todo hombre coma y beba, y goce el bien de toda su labor.
He entendido que todo lo que Dios hace, esto será perpetuo: sobre aquello no se añadirá, ni de ello se disminuirá; y hácelo Dios, para que delante de él teman los hombres.
Aquello que fue, ya es: y lo que ha de ser, fue ya; y Dios restaura lo que pasó.
Vi más debajo del sol: en lugar del juicio, allí la impiedad; y en lugar de la justicia, allí la iniquidad.
Y dije yo en mi corazón: Al justo y al impío juzgará Dios; porque allí hay tiempo a todo lo que se quiere y sobre todo lo que se hace.
Dije en mi corazón, en orden a la condición de los hijos de los hombres, que Dios los probaría, para que así echaran de ver ellos mismos que son semejantes a las bestias.
Porque el suceso de los hijos de los hombres, y el suceso del animal, el mismo suceso es: como mueren los unos, así mueren los otros; y una misma respiración tienen todos; ni tiene más el hombre que la bestia: porque todo es vanidad.
Todo va á un lugar: todo es hecho del polvo, y todo se tornará en el mismo polvo.
¿Quién sabe que el espíritu de los hijos de los hombres suba arriba, y que el espíritu del animal descienda debajo de la tierra?
Así que he visto que no hay cosa mejor que alegrarse el hombre con lo que hiciere; porque esta es su parte: porque ¿quién lo llevará para que vea lo que ha de ser después de él?”          Eclesiastés 3.

AMEN.

lunes, 7 de marzo de 2011

SENTIDOS...

A veces me las quiero dar de intelectual y elevar la razón a la quintaesencia de mi vida.
Pero es todo mentira. Siempre termino descubriéndome, por más que me quiera engañar, como alguien absolutamente sensible y visceral.
Todo lo que conforma y configura mi ser me ha llegado a través de mis cinco sentidos: Dios, amor, patria, madre... Lo demás son sólo formulaciones más o menos bien elaboradas... Así que no es de extrañar que, al cabo del día, termine emocionándome hasta los tuétanos con un vídeo como éste...
 

sábado, 5 de marzo de 2011

OLVIDO Y MUDANZA...

Que el ser humano es la máquina con mayor capacidad de adaptación al universo mundo lo proclama su primacía y dominio. No digo que sea bueno, constato una realidad empírica. Lo proclama la ciencia, lo exalta el refranero y la literatura lo eleva a la condición de arte.
Uno, que no aspira a más que a vivir en paz, a veces echa un vistazo a sus adentros y se asombra de ver cómo la vida sigue como si tal cosa, sean cuales sean los avatares de los días. Pasan personas que hemos amado mucho, tareas que nos resultaban gratas, devociones, hogares y patrias… Y, tan pronto como han vuelto la esquina, el olvido hace su trabajo, giramos la cabeza y a otra cosa… Da dolor, pero no se puede hacer nada…
Jorge Manrique supo transmitirlo mejor que nadie en las letras castellanas. Quiero compartir su palabra, en la certidumbre de comunicar un sentimiento universal.

                                            “Quien no estuviere en presencia,
                                              no tenga fe en confianza,
                                              pues son olvido y mudanza
                                              las condiciones de ausencia.

                                              Quien quisiere ser amado,
                                              trabaje por ser presente,
                                              que cuan presto fuere ausente,
                                              tan presto será olvidado:
                                              y pierda toda esperanza
                                              quien no estuviere en presencia,
                                              pues son olvido y mudanza
                                              las condiciones de ausencia.”

martes, 1 de marzo de 2011

De ida y vuelta.

Ya sé, ya sé lo que me vas a decir cuando te veas aparecer por el blog…
No te preocupes. Poca gente podrá reconocernos al mirar nuestras juveniles figuras. A ti resulta difícil, a mí imposible… Como me dicen en casa: - Tú no es que hayas cambiado, es que eres otra persona…
Los años han ido devorando aquella lozanía, pero con lo que no han podido es con el cariño que nos seguimos teniendo. El mismo que me lleva a dedicarte estas líneas que, seguro, te van a llenar de añoranzas…
Quién te iba a decir que el  impermeable que te cobijaba en Trafalgar Square, aquel día, terminaría abrigando el ibérico cuerpo de tu amigo de las salinas humedades del Canal de la Mancha.
Desde que te lo vi en Huelva, 1979, me gustó. Era tan diferente a los rústicos cubreaguas a la venta en la España de entonces. Y, encima, azul… Mi color preferido… Pude coquetear con él las muchas veces que me lo prestaste, hasta que, un día, me atreví a decirte –véndemelo… Aún no había terminado de cerrar la boca, cuando tú, halagado, respondiste –es tuyo… Como quiera que los niños pobres de entonces recelábamos siempre de las cosas fáciles, lleno de dignidad, insistí en que te lo compraba. Así que, con la excusa de San José, mi onomástica, accediste a firmar un contrato mediante el que me lo cedías al precio simbólico de una peseta. ¿Recuerdas las divagaciones, llenas de pájaros, que mantuvimos para acordar las condiciones y compromisos? Terminamos dándole forma en letra de molde y firmándolo con toda solemnidad. ¡Qué tiempos…!
Al final, después de haber hecho uso de él muchos años, se lo presté a mi Enrique para llevárselo en su segundo viaje a Inglaterra. Allí me lo dejó. Parece como si la prenda hubiera apetecido y buscado un final más acorde con su mojada dignidad. Allí cerró su círculo vital y se perdió de mi control, nunca de mis emociones…
Acabó volviendo al lugar del que había salido y desapareció, en cambio tú sigues estando ahí y yo aquí para dar gracias cada día por haberte conocido…