miércoles, 3 de agosto de 2011

SANTIAGO NASAR Y EUROPA

Todos lo vieron, todos lo sabían, todos pudieron hacer algo, pero lo cierto es que cuando  Santiago Nasar Cruzó la plaza para encontrarse con los cuchillos de los hermanos Vicario la suerte ya estaba echada…
García Márquez plasmó el suceso a modo de crónica, pero es la Vieja Europa la que se está encargando de representarlo en la misma escena de repetidas batallas.
Unos dicen que si el egoísmo alemán, otros que si la eterna traición británica. Que hubo unos que no dejaron avanzar en Niza o en Lisboa, que los mismos han boicoteado Maastricht… Que si tú que si yo…
No voy a repartir culpas ni a declamar lamentaciones. Es más bien momento de empezar a entonar el canto de Requiem.
La partitura está escrita. Ahora le toca a España e Italia. El envite es insoportable. Se trata de la tercera y cuarta economías de la UE. Y es que estaba muy claro desde el principio que la pieza principal de caza no era tal o cual país, sino el Euro.
Cabría preguntarse, tratando de delimitar responsabilidades, a manos de quien van a parar los beneficios generados por los altísimos y especulativos intereses que se están imponiendo a las deudas soberanas.
En contraste, sabemos muy bien quien está perdiendo.
En la última cumbre europea empezaron a aclararse las ideas pero se echa en falta decisión y rapidez de actuación. La respuesta, claro está, es deuda unificada y gobierno económico unitario. Debe impedirse el lucro especulativo a costa de las indefensas y maniatadas economías nacionales. ¿Acaso alguien cree que España, Portugal, Italia o Irlanda van a poder salir solos de la piscina con las manos atadas a la espalda? No vaya a ocurrir aquí también que…
…Todos lo vieron pero, cuando cruzó la plaza, al pobre de Santiago Nasar sólo le quedaba por celebrar la liturgia de los puños y la sangre. Su misma madre le había cerrado la puerta…

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