viernes, 29 de julio de 2011

Beltrán, Maná, Mejía, un tal José Alfredo y un niño…

El título suena a México. No es banalidad ni capricho. Tenía que ser así…
Hay amigos que me están pidiendo que vuelva a publicar y a mostrarme.
Debo pedir disculpas. Estos intemporales días de verano me vuelven introspectivo y egoísta. Películas aplazadas, lecturas, canciones para la añoranza… Todo el tiempo para mí… Diría que sólo estoy dispuesto para las emociones, no para el esfuerzo, incluido el blog.
Con México debía hacer una excepción. México para mí, aunque no haya puesto pie en él, es un sentimiento más que una idea. Lo es para todos los españoles y se lo debemos… No puede olvidársenos, ahora que se cumple el septuagésimo quinto aniversario del comienzo de nuestra Guerra Civil, que allí encontraron acogida y patria lo mejor de nuestros hombres y mujeres. México supo ser para ellos una buena madre cuando España no fue ni mala madrastra. Tierra de promisión para la inteligencia española, abonada ya por el calor de sus huesos.
Ya sé que la imagen del Presidente Lázaro Cárdenas adorna ahora multitud de plazas y rotondas por ciudades y pueblos de España entera y que su nombre honra infinidad de sus calles y avenidas. No es para menos. Nunca estaremos lo bastante agradecidos a nuestros hermanos del otro lado, a los que la historia se empecina en unirnos una y otra vez…
Este homenaje no aspira a tanto. Sólo quiere ser una sencilla muestra de cariño que ni siquiera me ha costado trabajo elaborar. Al fin y al cabo mi corazón sólo ha tenido que dejarse llevar por el desgarro y las caricias de estas sobrecogedoras canciones suyas… Y nuestras también…
Y, rebuscando, rebuscando, vine a dar, todo un regalo, con una preciosidad que ni conocía ni esperaba: un Luis Miguel muy niño atacando a su “malagueña salerosa”. Él sí que es “lindo y hechicero…”  






4 comentarios:

  1. Bem-vindo de novo. Tinha saudades o blog.

    ResponderEliminar
  2. Gracias, teacher, por un regalo tan bonito de texto y canciones. Sin conocerme parece, a veces, que das en el clavo con lo que viví, vivo y siento. Saludos.

    ResponderEliminar
  3. Bueno, bueno...
    Qué puedo decir.

    Querido portugués, tu fidelidad me honra. Un abrazo y gracias también por contactar con Andrew y su blog.

    En cuanto a ti, paisano, me encanta que me llames "teacher" y me trates con esta familiaridad. No hace falta conocer, hay sentimientos que son universales...

    ResponderEliminar
  4. Tampoco somos extraños. Gracias, de nuevo, por tus textos. Lástima que esos sentimientos universales sean tan difíciles de transmitir para "amores" and company.

    ResponderEliminar